INTRODUCCIÓN:
Mensaje: Las noticias que la familia de Cloé le trajo a Pablo (1:11), la carta que recibió de los corintios (7:1) y las cosas que oyó de la delegación que vino de la iglesia de Corinto, todo esto empujó a Pablo a escribir su epístola. La familia de Cloé le informó sobre los bandos que se habían formado en Corinto, lo cual minaba la unidad de la iglesia. Pablo también se enteró de que había incesto (5:1), litigios (6:1-8) e inmoralidad (6:9-20). La carta que recibió de los corintios inquiría sobre temas como el matrimonio (7:1), las vírgenes (7:25), la ofrenda para ayudar a los hermanos de Jerusalén (16:1) y finalmente sobre Apolos (16:12). La delegación compuesta por tres hermanos de Corinto también le dieron detalles adicionales (16: 17).
Problemas en el liderazgo: Pablo amaba mucho a la iglesia de Corinto, y les escribe que en Cristo Jesús él ha llegado a ser su padre espiritual mediante el evangelio (4:15). Cuando la desunión se apoderó de la iglesia de Corintio, distanció a la hermandad, cambiando la UNIDAD por la DISCORDIA. Al enterarse de que en la iglesia de Corinto había grupos en pugna, Pablo aborda este problema como su primer punto a tratar. Se le había informado de que la iglesia estaba dividida en cuatro grupos, y cada grupo seguía a su líder: Pablo, Apolos, Pedro o Cristo. En el primer versículo que trata el problema, le pide a los corintios, en el nombre del Señor Jesucristo, que busquen la unanimidad, que eviten las divisiones y que estén unidos en mente y pensamiento(1:10). La pregunta ¿Acaso está dividido Cristo?, espera una respuesta negativa que reafirme la unidad de la iglesia de Cristo. ¿Qué son Pablo y Apolos? La respuesta es, simples criados a quienes el Señor les entregó la tarea de traer a la gente a la fe en Cristo (3:5). A ellos se les entregó la tarea de proclamar y enseñar al pueblo la revelación de Dios, lo cual desautoriza todo espíritu arrogante y de división. Cada miembro de la iglesia de Corinto debe aprender lo que enseña la Escritura y evitar toda división en la iglesia adoptando una actitud humilde (4:6).
Problemas morales y sociales: Dentro de la congregación de Corinto se daba el caso de un hombre que mantenía relaciones sexuales con la esposa de su padre, una inmoralidad que ni siquiera se veía en el mundo pagano (5:1). Pablo pensaba que toda la congregación era responsable por este pecado y les increpó su incapacidad de dolerse frente a esta situación. Así que les ordena entregarlo a Satanás, expulsándolo de la comunidad (5:5,13). Les ordena quitar ese deterioro moral de en medio de la congregación, porque esta mancha menoscabaría el testimonio de la iglesia en Corinto. El apóstol esperaba que los creyentes fuesen un ejemplo de pureza moral dentro de una sociedad inmoral. Por esta razón, ordena a los corintios que no tengan amistad con gente que lleva una vida sexual desordenada, sino que más bien huyan de toda inmoralidad sexual (5:9; 6: 9-11,18).
La inmoralidad también se mostraba en que cristianos traían sus litigios ante juzgados civiles (6:1). Pablo les recuerda una y otra vez las cosas que les había enseñado anteriormente respecto a la inmoralidad y les pregunta si recordaban esas exhortaciones. Sobre los casos que se llevaban a los tribunales, les aconseja categóricamente que busquen entre ellos un hombre sabio que pueda mediar entre sus diferencias. Como aplicación de la ley de Cristo, de “amarnos unos a otros”, les pide que en vez de procurar ganar un litigio a través de una corte civil, prefieran ser perjudicados o estafados. Pues, de otra manera, sería imposible no causar daño al prójimo (6:7-8). Otro problema social que aquejaba a la comunidad de Corinto tenía que ver con los matrimonios, con personas separadas, divorciadas, solteras o viudas. La iglesia le escribió a Pablo una carta en la que le pedían consejo sobre problemas matrimoniales. El apóstol satisfizo todas sus expectativas presentándoles un extenso discurso sobre un tema de interés universal (cap.7). En ninguna otra parte de la Escritura encontramos una discusión tan detallada de los problemas matrimoniales como la que Pablo presenta en 1 Corintios 7. Su enseñanza está basada en el relato que el Génesis nos entrega acerca de la institución del matrimonio en el paraíso y en la prohibición que Jesús estableció respecto a que no debemos quebrantar los votos matrimoniales (Gn. 2:24; Mt.19:4-6).
Problemas culturales y religiosos: Los gentiles tenían la costumbre de comer carne que había sido sacrificada a los ídolos. Esto se convirtió en uno de los problemas que los corintios consultaron al apóstol (8:1). A los creyentes que tenían una conciencia fuerte no les molestaba comer carne sacrificada a un ídolo. Como pensaban que el ídolo no existía, para ellos no era más que alimento ordinario. Los fuertes podían practicar su libertad cristiana comprando esa carne en la carnicería. Pero Pablo pone de relieve tres puntos: la CONCIENCIA del hermano débil, la RESPONSABILIDAD que el hermano fuerte tiene de cuidar de sus hermanos y la UNIDAD de la iglesia.
Problemas congregacionales: Los siguientes cuatro capítulos (11-14) están dedicados a resolver problemas relacionados con las reuniones de adoración. Se tratan problemas como la oración y la profecía, la celebración de la Santa cena, los dones espirituales, el significado del amor, la profecía y el hablar en lenguas y la forma correcta de adoración. Los problemas relacionados con los dones espirituales eran tan acuciantes, que en la carta que los corintios le enviaron a Pablo le rogaron que él pusiera en claro la doctrina relacionada con ellos. Pablo trata este problema antes y después del elocuente capítulo sobre el amor, el cual fija cuál es la actitud que se necesita para conducirse correctamente en el culto de adoración.
Problemas doctrinales: No hay ninguna indicación que nos insinué que los hermanos le hayan pedido a Pablo que les aconseje tocante la doctrina de la resurrección. Pero parece que él se enteró de que algunos miembros de Corinto negaban de que hubiese resurrección (15:12). Al empezar su carta, Pablo les escribe acerca de que los creyentes esperamos el regreso de Jesús (1:8). Esto explica por qué Pablo dedica un extenso discurso a la doctrina de la resurrección física del cuerpo (15:12-58) y a la discusión sobre la venida del Señor y el establecimiento del reino de Dios. Pablo les advierte de que están en peligro de ser desviados mediante doctrinas que hablan equivocadamente de la resurrección de Cristo (15:12,33-34). Tanto al principio como al final de la epístola, el apóstol estimula a sus lectores a que esperen el regreso de Cristo. Amén.
Lección: 1ra.Corintios 01: 01-05
Texto: Tito 02: 11.-
Vs.01.- PABLO, LLAMADO A SER APÓSTOL DE JESUCRISTO POR LA VOLUNTAD DE DIOS, Y EL HERMANO SÓSTENES.
Pablo empieza su carta presentándose como autor y remitente. Afirma enfáticamente que fue llamado (Ro.1:1; Gá.1:15). Su experiencia de conversión coincidió con el llamado que Jesús le hizo en persona, para que fuese apóstol a los gentiles (Hch.9:15). Fue ordenado al ministerio cuando el Espíritu Santo los apartó a él y a Bernabé “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hch.13:2). En otra oportunidad, Pablo declara que fue Jesucristo y Dios el Padre quienes lo enviaron como apóstol (Gá.1:1). En suma, Pablo fue llamado por el trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cuando Jesús llamó a Pablo para ser apóstol, también lo revistió de autoridad divina para predicar el evangelio y para dirigirse a todas las iglesias (4: 17; 14: 33; 16:1). En consecuencia, ninguna persona de la iglesia de Corinto estaba en posición de poner en duda la apostolicidad de Pablo (9:12). Si alguien lo hacía, estaría oponiéndose al Señor. En la mayoría de sus cartas, Pablo declara que él es un apóstol de Jesucristo. El sabe que un apóstol actúa como representante de quien lo envía, Jesucristo, y sabe que debe comunicar su mensaje con fidelidad. Un apóstol se compara a un embajador (2Co.5:20) que va a otro país a representar a su gobierno. “Por la voluntad de Dios”. Al declarar que su apostolado se basa en la voluntad de Dios, Pablo afirma de forma contundente que es Dios quien lo llamó a ser apóstol. “Y el hermano Sóstenes”. Pablo lo presenta como el hermano, lo que quiere decir, que es un cristiano bien conocido entre los creyentes de Corinto. Con todo, Pablo lo menciona una sola vez en todas sus epístolas. Quizás se trata del gobernante de la sinagoga que fue azotado en la corte del procónsul Galión (Hch.18:17).
Vs.02.- A LA IGLESIA DE DIOS QUE ESTÁ EN CORINTO, A LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS, LLAMADOS A SER SANTOS CON TODOS LOS QUE EN CUALQUIER LUGAR INVOCAN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SEÑOR DE ELLOS Y NUESTRO.
Pablo dirige su carta “a la iglesia de Dios que está en Corinto”. Emplea la palabra griega “ekklesia”, expresión que en el mundo helénico de aquel entonces era un término técnico tradicional para referirse a reuniones políticas o comunales (Hch.19:32,39-41). A mediados del primer siglo, los cristianos empezaron a hablar de sus propias asambleas como de la iglesia (ekklesia) en Cristo. El término se empezó a usar, porque los creyentes querían diferenciarse de los judíos que, para referirse al lugar donde se reunían, usaban la palabra synagoge. Con mucho esmero, Pablo hace una clara diferencia entre las asambleas de los cristianos y las reuniones de los gentiles y las de los judíos en la sinagoga. Sus dos cartas a los corintios las dirige “a la iglesia de Dios que está en Corinto” sin relacionar a la iglesia directamente con Jesucristo. Con todo, el concepto de iglesia sólo se puede entender cuando se le relaciona a Jesucristo, puesto que la iglesia de Dios es en él. “A los santificados en Cristo Jesús”. La iglesia pertenece a Dios, quien a través de Cristo ha llamado a su pueblo fuera del mundo, para que vivan una vida de santidad. El pueblo de Dios no se va del mundo (5:10), pero le demuestra al mundo que han sido santificados en Cristo Jesús. A pesar de sus frecuentes peleas, divisiones e inmoralidad, Pablo describe a los corintios como un pueblo santificado en Cristo Jesús (Ef.5:27). En esta carta, Pablo primero afirma que Dios a separado a los creyentes para que vivan vidas santas, para luego apuntar en forma paradójica a sus pecados y deficiencias. El apóstol insinúa que cuando un creyente es hecho santo, se crea en él una clara conciencia de que el obrar de Dios es por gracia, porque el cristiano se da cuenta que es llamado constantemente a ser santo (Ro.1:7) y a vivir una vida de santidad. “Llamados a ser santos”. La santidad es más que un estado. Para los creyentes la santificación es tanto la acción definitiva de Dios como un largo proceso que dura toda la vida. Cuando por gracia Dios santifica a los creyentes, los hace a la vez responsables de ser santos. La intención de Pablo es exhortar a todos los creyentes a que cumplan su compromiso de ser santos. Pablo fue llamado a ser apóstol de Cristo Jesús, por lo cual se entregó de lleno a la labor de ser portavoz de Cristo. De la misma forma, Dios ha llamado a los creyentes a un estado de santidad, y espera que vivan santamente. Este es un llamado continuo para todos los creyentes. “con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Con estas palabras, Pablo recibe a cristianos judíos y gentiles como a iguales dentro de la iglesia de Jesucristo. Habla de la iglesia universal, en la cual todos los creyentes en todas partes “invocan el nombre de nuestro Señor”. “Señor de ellos y nuestro”. Quiere que los corintios sepan que ellos pertenecen al cuerpo de creyentes. Se trata de un cuerpo mundial, porque en todas partes los creyentes reconocen a Jesucristo como su Señor.
Vs.03.- GRACIA Y PAZ A VOSOTROS, DE DIOS NUESTRO PADRE Y DEL SEÑOR JESUCRISTO.
Este es el saludo que comúnmente Pablo emplea en la mayoría de sus epístolas, con algunas modificaciones la salutación también aparece en las cartas de Pedro y Juan. Dios concede a sus hijos las virtudes de la gracia y de la paz, y les entrega estos dones como Padre. En armonía con la oración que Jesús enseño a sus discípulos a decir “Padre nuestro”, Pablo también representa a Dios como “nuestro Padre”. Todo el que ore en el nombre del Señor Jesucristo tiene a Dios como Padre. Por tanto, todos los creyentes son hijos de Dios por medio de Cristo, y es por medio de él que también reciben las bendiciones de la gracia y la paz.
Vs.04.- GRACIAS DOY A MI DIOS SIEMPRE POR VOSOTROS, POR LA GRACIA DE DIOS QUE OS FUE DADA EN CRISTO JESÚS.
Pablo deja entrever su corazón de pastor, cuando escribe “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros”. Ora por las iglesias que fundó y agradece a Dios por ellas, el corazón de Pablo está lleno de gratitud, porque Dios decidió llamar a su pueblo para que se apartaran del ambiente inmoral e idólatra de Corinto. Aun en esa ciudad, Dios estableció a la iglesia en comunión con Jesucristo (vs.9). Por esa razón es que agradece a Dios sin cesar. A quedado maravillado ante tal exhibición de la gracia de Dios, en la forma de dones espirituales concedidos en abundancia a los creyentes de Corinto (12:4-11). La gracia de Dios se hace patente en los dones que entrega a su pueblo, agradece a Dios por su fidelidad hacia los corintios, no menciona para nada alguna virtud inherente que los corintios pudieran tener. Afirma que la gracia de Dios ha sido concedida en Cristo Jesús. Esto quiere decir que los que han recibido esta gracia, han sido redimidos y ahora separados del mundo en el que viven.
Vs.05.-PORQUE EN TODAS LAS COSAS FUISTEIS ENRIQUECIDOS EN ÉL, EN TODA PALABRA Y EN TODA CIENCIA.
Cuando Pablo escribe “fuisteis enriquecidos en él”, no se refiere específicamente a las posesiones materiales de los corintios. Aunque algunos de ellos eran gente acomodada (v.26), Pablo apunta más bien a los Tesoros Espirituales que tenían en Cristo Jesús (ver 3: 21-23; en un pasaje paralelo, Pablo desea que los corintios lleguen a ser ricos a través de la pobreza de Cristo (2Co.8:9; 9:11). A través de Cristo, Dios quiere entregar a los redimidos las incomparables riquezas que tiene para ellos. Según las Escrituras, Dios es rico en: BONDAD, PACIENCIA, MISERICORDIA y GRACIA (Ro.2:4; 9:23; Ef.1:7; 2:4). Cristo mismo posee insondables riquezas (Ef.3:8), porque en él están escondidos todos los tesoros del conocimiento y la sabiduría (Col.2:3). Dios satisface las necesidades del creyente con las riquezas gloriosas que están en Cristo Jesús. (Fil.4:19).
Dios ha adornado a los corintios con la riqueza que está en Cristo, la cual no es escasa, sino que nos enriquece “en todo”. En lugar de mencionar una lista de dones espirituales, en este versículo Pablo centra su atención en la cantidad de dones que los corintios han recibido. En este breve versículo, prefiere resaltar las palabras en toda, para así indicar que aquellos que reciben las bendiciones de Dios han sido enriquecidos sin medida.
Después Pablo ilustra respecto a qué los corintios han recibido dones espirituales: en toda palabra y en toda ciencia. Como parte de esos dones especiales, menciona la destreza de palabra y el conocimiento. El término griego LOGOS se refiere a la habilidad que ellos tenían para comunicar oralmente el conocimiento del evangelio. A viva voz comunicaban la verdad del evangelio que ya habían entendido interiormente. En otras palabras, confesaban con sus labios el conocimiento espiritual que ya tenían en sus corazones. Cuando se usan de forma apropiada, los dones de la palabra y el conocimiento son un testimonio elocuente de Cristo. (2Co.8:7).
Hermanos Profesores: Dios nos haga fieles en la asistencia al Estudio Bíblico, y nos llene de su Gracia en “toda Palabra y Ciencia”, para poder cumplir con la hermosa tarea que Dios ha puesto en nuestras manos. ¡ENSEÑAR SU PALABRA!
Recuerde la meta para la Asistencia de la Escuela Dominical, 120 hermanos antes de la Conferencia Anual.
La meta para la Reunión General del día Jueves, 50 hermanos, de asistencia. Recuerde “J U N T O S L O P O D E M O S L O G R A R” para la Gloria de Dios. Amén.
RECOLETA, 04 de Noviembre del 2006.
Estudio Bíblico
Lección: 1ra.Corintios 01: 06-10
Texto: 2da.Pedro 03:14.
Vs.06.-ASÍ COMO EL TESTIMONIO ACERCA DE CRISTO HA SIDO CONFIRMADO EN VOSOTROS,
La predicación del evangelio por parte de los apóstoles y evangelistas, fue confirmada por Dios en el corazón de los corintios, mediante la obra del Espíritu Santo, el mensaje de fe del evangelio en los creyentes.
Vs. 07.-DE TAL MANERA QUE NADA OS FALTA EN NINGÚN DON, ESPERANDO LA MANIFESTACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Que nada os falta un ningún don, Como Dios había otorgado numerosos dones espirituales a los corintios, no estaban carentes de ningunas de estas bendiciones. Nada os falta: lo cual indica que ellos realmente poseían esos dones. Con todo, a Pablo no le interesa mencionar al principio de su carta una lista de los dones específicos a los que se refiere (ver cap.12-14). Con este verbo Pablo no está sugiriendo que a los corintios no les falta ningún don, lo que quiere decir es que, en comparación con otras congregaciones, no han quedado rezagados. La gracia de Dios les ha concedido habilidades espirituales en abundancia. Esta es la primera vez que ocurre la palabra don dentro de la epístola. Esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo: Pablo vincula los dones espirituales con la espera expectante del regreso de Jesucristo. En este pasaje, Pablo menciona dos veces el fin del tiempo el fin del tiempo: aquí y en el verso siguiente, donde habla del día del Señor Jesucristo. Este énfasis es significativo, dada la extensa explicación que da de la resurrección del cuerpo en 15:12-58, donde explícitamente discute el día de la Salvación. El interés que los corintios habían demostrado por el inminente retorno del Señor se había enfriado (15:12-33-34), así que desde el mismo comienza de su carta, Pablo anima a su audiencia a que esperen deseosos el regreso del Señor.
Vs.08.-EL CUAL TAMBIÉN OS CONFIRMARÁ HASTA EL FIN, PARA QUE SEÁIS IRREPRENSIBLES EN EL DÍA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
CONFIRMARA: Así como la predicación del evangelio confirmara a los creyentes en su fe, así también la promesa de que el poder de Dios siempre estará con ellos, los confirma hasta la consumación. La frase os confirmará no sólo es un deseo del apóstol, sino que una promesa que Dios cumplirá. “Para que seáis irreprensibles en el día de nuestros Señor Jesucristo.” Pablo no está diciendo que los corintios son irreprensibles en el momento que él escribe. Por el contrario, mira hacia el futuro y expresa su certeza de que Dios los presentará irreprensibles, cuando llegue el día del juicio final. En otras palabras, no habrá nadie que pueda acusarlos, porque en aquel día ellos serán irreprensibles. En otro lugar, Pablo enseña cómo es que los creyentes serán presentados irreprensibles ante el excelso tribunal: es a través de la muerte del cuerpo físico de Cristo que Dios se reconcilió con el pecador y lo declara libre de toda acusación (Col.1:22). En el Antiguo Testamento, la expresión el día de Jehová apunta al día del juicio (Joel 3:14, Amós 5:18-20). En el Nuevo Testamento, la expresión se refiere al regreso de Cristo (Fil.1:6-10;2:16;1Ts.5:2). El regreso de Cristo también incluye el juicio, en el cual tanto Dios como Cristo servirán de jueces (Ro.14:10; 2 Co. 5:10). En aquel día, los creyentes serán declarados inocentes “por el veredicto del juez”.
Vs. 09.-FIEL ES DIOS, POR EL CUAL FUISTEIS LLAMADOS A LA COMUNION CON SU HIJO JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
FIEL ES DIOS: Por si alguno dudara de la veracidad de lo dicho en los versículos precedentes, Pablo afirmara incondicionalmente que uno puede confiar en que Dios cumplirá lo que promete. Uno puede confiar plenamente en Dios. POR EL CUAL FUISTEIS LLAMADOS: Dios Padre lleva a cabo su plan de salvación a través de su Hijo, Jesucristo; el Padre concibe el plan, el Hijo lo ejecuta (8:6), ¿Pero es eficaz el llamamiento de Dios en todo?, Difícilmente, pues “muchos son llamados, y pocos escogidos”, dijo Jesús (Mt. 22:14). Sólo aquellos que fueron llamados dentro de la comunión de su Hijo experimentan la permanente fidelidad del Padre. El llamamiento siempre está relacionado a Jesucristo, como en el caso del apostolado de Pablo (v.1) y como en el caso del llamamiento de los corintios a la santidad (v.2). El llamamiento es real cuando el creyente tiene una verdadera comunión con Cristo. Esta comunión demanda, sin embargo, una vida de santidad en la cual el cristiano es, en cuerpo y alma, conformado a la imagen del Hijo de Dios (Ro.8:29). La comunión como unión y participación incluye tanto el tomar parte del sufrimiento y la gloria de Cristo, como el pertenecer al Cuerpo de Cristo. Significa aceptar el sacramento de la Santa Cena: recordando que cristo murió por nosotros (10:16). Cuando el creyente es completamente transformado en el centro mismo de su ser, tiene también una genuina comunión con Cristo. Juan dice que cuando se acepta la proclamación del evangelio con fe verdadera, uno entra en comunión con el Padre y el Hijo (1JUAN 1:3). “Su Hijo Nuestro Señor: Pablo reconoce que Dios el Padre llama al creyente a la comunión y que el creyente tiene comunión con el Hijo, que es Jesucristo, a saber, nuestro Señor. Pablo termina su acción de gracias haciendo una compilación de nombres y funciones divinas. El Hijo, eternamente engendrado por el Padre (Sal.2:7), se hizo carne y se le dio el nombre de Jesús. En el Antiguo Testamento aparece el nombre de JOSUÉ, el cual se escribe Jesús en el Nuevo, y recibe esta explicación: Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt.1:21). Mientras que el nombre que el Hijo recibió era Jesús, su nombre oficial es CRISTO, esto es, el Ungido o Mesías. El nombre señala a su oficio de profeta, sacerdote y rey. Por último, cuando Pablo llama a Jesucristo “nuestros Señor”, se está refiriendo a su estado de exaltación: “Rey de reyes y Señor de señores” (1Ti.6:15). Divisiones en la Iglesia.
Jesús dijo que un reino dividido contra sí mismo termina desolado y que una casa dividida contra sí misma terminara cayendo (Mt.12:25; Mr. 3:24-25;Lc.11:17). Cuando Pablo escuchó acerca de las divisiones que había dentro de la iglesia de Corinto, sabía que antes de poder enseñarles los principios de la conducta espiritual, tenía que confrontar a los destinatarios de esta carta respecto a sus facciones, peleas y jactancia.
Vs. 10.-OS RUEGO, PUES, HERMANOS, POR EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE HABLÉIS TODOS UNA MISMA COSA, Y QUE NO HAYA ENTRE VOSOTROS DIVISIONES, SINO QUE ESTÉIS PERFECTAMENTE UNIDOS EN UNA MISMA MENTE Y EN UN MISMO PARECER.
a) Exhortación: Pablo entiende que las rivalidades de los corintios todavía no han producido un cisma, pero también que debe llamar a sus hermanos a que vuelvan a tener una viva relación con el Señor, y lo hace en un espíritu positivo y pastoral. Por eso que los llama hermanos espirituales, y les exhorta a que consideren el nombre, esto es, la revelación plena del Señor Jesucristo, el Hijo de Dios (v.9), deberían entender que dicha comunión incluye unidad y armonía, mientras que excluye las discordias y las peleas. Literalmente el texto dice que Pablo amonesta a los corintios mediante el nombre del Señor Jesucristo. En sus epístolas, con frecuencia el apóstol acude a la mediación de Dios o de Cristo para exhortar a los lectores.
b) Consenso: exhorta a los miembros de la iglesia a que se pongan de acuerdo unos con otros (Ro.15:5). Su deber es confesar unidos su fe en Cristo. Deben vivir en paz unos con otros. Pablo no pide uniformidad de opinión, sino más bien una disposición llena de amor, que les permita obtener armonía y paz (Fil.2:1-2). Pablo les prohíbe a los corintios formar partidos en la iglesia. Insinúa que al minar la unidad de la iglesia, los corintios son una afrenta a Jesucristo. En la misma oración, les exhorta a vivir en armonía y les prohíbe ser cismáticos (“que no haya entre vosotros divisiones). Sus palabras no buscan refutar herejías, más bien tratan de prevenir las discordias. La palabra “divisiones” comunica la idea de: riñas-camorra-pelea-pelambre-envidia- desencuentros que despedazan la iglesia. En una palabra, Pablo manda a los corintios a desistir.
c) Unidad: La iglesia se parece al cuerpo humano (12:12-27), el cual está ensamblado a la perfección y refleja unidad y armonía. La palabra griega “katartizein”, que se traduce “que estéis perfectamente unidos”, significa hacer de una persona lo que Dios quiere que sea, esto es, hacerla perfecta. Y ahora se les exhorta a que trabajen juntos en unidad de pensamiento y parecer. Es sorprendente el contraste que se forma entre esta oración y lo dicho anteriormente, ya que Pablo afirma: “unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. El término mente se refiere a la capacidad de observación y la palabra parecer (o pensamiento) tiene que ver con la capacidad de formarse un juicio u opinión. El Señor quiere que estemos unidos en nuestras Observaciones y Juicios, para que así renuncien a la actitud divisionista que tenían. Les dice que en cuanto a su mente y pensamiento, deben luchar por lograr perfecta armonía y por continuar viviendo juntos y en paz. Aunque Pablo quiere librar a la iglesia del divisionismo, no está exigiendo a los corintios que piensen de la misma forma. Por el contrario, dentro del pueblo de Dios él permite la diversidad en unidad. El escritor del siglo 17, Rupert Meldenius, lo expresa de esta manera:
En lo Fundamental - UNIDAD
En lo no Esencial - TOLERANCIA
Y en todas las cosas - AMOR
Estimados Hermanos (as) Profesores: Conoce Ud. A un hermano profesor que no está asistiendo al Estudio, invítelo a venir y Ore por él .
Oremos para que él Señor: Nos llene de la Presencia del Espíritu Santo.
Esforcémonos para Alcanzar las Metas, especialmente los Predicadores de Clase, Jefe de Coro, Jefa de Dorcas, Jefe de Juventud, Jefes (as) derogar. 120 hermanos de asistencia a la Escuela Dominical, y 50 hermanos en la Reunión del día Jueves, y que toda la congregación salga al Punto de Predicación “Estación del Metro-Einstein”
IMPORTANTE: el próximo domingo 12 de Nov. Visitamos la Iglesia del Estanque. Dios nos Bendiga.
Recoleta 11 de Nov. 2006
IGLESIA MATRIZ
ESTUDIO BIBLICO
Lección: 1º Corintios 1: 11-15
Texto: Lucas 11: 17.-
VS. 11.- PORQUE HE SIDO INFORMADO ACERCA DE VOSOTROS, HERMANOS MÍOS, POR LOS DE CLOÉ, QUE HAY ENTRE VOSOTROS CONTIENDAS.
(a) “Por los de Cloé”. Nada se sabe de Cloé, que no sea su nombre, el cual sólo aparece una vez en el Nuevo Testamento. No se sabe si vivía en Éfeso, lugar donde Pablo escribe su carta, o en Corinto. Esperaríamos que viviera en Corinto, pues el texto insinúa que los corintios la conocían. Además, es en Corinto donde surgieron las noticias de las divisiones. Otra posibilidad es que Cloé haya sido una comerciante que vivía en Éfeso y que sus empleados (hayan sido esclavos, libres o miembros de su familia) hayan viajado con regularidad entre Corinto y Éfeso, lo que los ponía al tanto de lo que pasaba en la iglesia. Tampoco podemos saber si Cloé era o no cristiana.
(b) “He sido informado….hermanos míos”. Pablo menciona la fuente de su información, indicando así que no se trata sólo de rumores, sino de hechos. Los que le han informado no pertenecen a la comitiva que la iglesia de Corinto envió, sino que es gente que vino a él de mutuo propio. Es obvio que no es la congregación la que tomó la iniciativa de informarle acerca de las discordias que se daban en la iglesia. Con todo, el apóstol los trata pastoralmente cuando los llama (hermanas y) hermanos míos. El apóstol desea mantener buenas relaciones, por lo que usa por segunda vez el término hermanos en sólo dos versículos (10-11).
(c) “Que hay entre vosotros contiendas.” Estas disputas todavía no habían producido una división permanente, pero contribuían a un espíritu divisionista que amenazaba el bienestar espiritual de la iglesia (ver Santiago 4: 2). Además, las riñas demostraban falta de amor, con lo que se violaba el mandamiento de Dios, que dice que debemos amarnos unos a otros.
Vs. 12.- QUIERO DECIR, QUE CADA UNO DE VOSOTROS DICE : YO SOY DE PABLO; Y YO DE APOLOS; Y YO DE CEFAS; Y YO DE CRISTO.
La oración, "Quiero decir", demuestra que Pablo está bien informado acerca de las disputas en Corinto. Con esto quiere decir: “Vamos al grano”. El problema es que son los corintios mismos los que han creado divisiones dentro de la iglesia y hasta han relacionado estas facciones con personas específicas. Lo irónico del asunto es, sin embargo, que las personas cuyos nombres han sido vinculadas con estos partidos (Pablo, Apolos y Cefas) repudiarían las peleas y la formación de partidos dentro de la iglesia. Dicho de otra manera, ningún líder fue a Corinto a formar su propio grupo. En la iglesia de Corinto, un miembro decía ser seguidor de Pablo, otro declaraba pertenecer al grupo de Apolos. Otro afirmaba imitar a Pedro, y un último se confesaba discípulo de Cristo. Claro está que no debemos inferir que estas cuatro facciones abarcaban a todos los miembros de la iglesia. Y sin duda que había hermanos que no se alinearon con ninguno de estos grupos.
a) “Yo soy de Pablo”. El nombre de Pablo aparece encabezando la lista de cuatro nombres. Los nombres están colocados en forma ascendente, de tal forma que el nombre de Cristo es el de más alto rango. Por tanto, el nombre de Pablo es el que tiene menos importancia. Fue Pablo quien fundó esta congregación, pero por el partidismo no todos favorecían al apóstol. Aun aquellos que eran proclives a Pablo se habían salido de los límites de su enseñanza e intenciones, puesto que Pablo mismo nunca dio origen a un grupo separado. Por haberles predicado el evangelio, en Cristo se había convertido en el padre espiritual de los corintios (4: 15). Con todo, Pablo no estaba interesado en recibir reconocimiento por la labor que había hecho; su meta era más bien confirmar a los corintios en Cristo (v.6). No quería que pusieran su atención en él, sino en el Señor. Para Pablo, el rechazar el espíritu divisionista de los corintos incluía defender la integridad de Apolos. El apóstol sabía que Apolos también repudiaría las disputas y las facciones en la iglesia. A lo largo de toda su epístola, honra a su colega, Apolos, y recomienda su trabajo (3:4-5-6-22; 4:6; 16: 12).
b) “Yo soy de Apolos”. Apolos era oriundo de la renombrada ciudad de Alejandría, el centro universitario donde fue educado. Aunque tenía un dominio cabal de las Escrituras y enseño sobre Jesús, en Éfeso tuvo que ser instruido por Aquila y Priscila para así ganar un conocimiento más preciso del camino de salvación (Hch. 18: 24-26). Llegó a ser sucesor de Pablo en Corinto y era un predicador elocuente (Hch. 18:24-28). Algunos miembros de la iglesia quedaron impresionados por su oratoria, especialmente porque consideraban a Pablo como una persona débil cuyas presentaciones orales carecían de elocuencia (2:1; 2 Co. 10: 10; 11: 6). Desde un punto de vista humano, Pablo tenía un contrincante que lo había superado en el púlpito de Corinto. Pero tanto Pablo como Apolos rehusaban verse como competidores. Se tenían más bien como colegas en el ministerio de predicar el evangelio de Cristo.
c) “Yo soy de Cefas”. No se puede constatar que Cefas (Pedro) haya visitado Corinto durante la ausencia de Pablo. Es probable que fuera. Hay que suponer que los corintios conocían a Pedro, porque Pablo les menciona que Pedro hacía sus viajes misioneros junto a su esposa (9:5). Pedro era altamente respetado, ya que se le conocía como cabeza de la iglesia y vocero de los apóstoles. Pablo identifica a Pedro con el nombre de Cefas, lo que pareciera indicar que él se inclinaba a usar su nombre arameo, no la transliteración griega PETROS. En sus epístolas, Pablo menciona el nombre Pedro sólo dos veces (Gá.2:7-8), mientras que usa el nombre Cefas ocho veces. Pedro y Pablo se respetaban mutuamente, así que podemos estar seguros de que también a él le hubiera parecido horrible que alguien conectara su nombre a una facción de Corinto.
d) “Y yo de Cristo”. Varias preguntas nos surgen al tratar de interpretar este dicho. Por ejemplo, ¿estaba el grupo de Cristo formado de los corintios que rehusaban asociarse con los otros grupos? ¿No eran todos estos cristianos seguidores de Cristo? ¿No está Cristo en una categoría distinta que la de las otras tres personas? ¿Buscaba Pablo contrastarse con los corintios diciendo “yo soy de Cristo”? Muchas preguntas como estas quedan sin respuesta, dado que Pablo no entrega información adicional a la contenida en este texto. En otro lugar repite los tres PABLO, APOLOS, CEFAS, para añadir de inmediato que son de Cristo (3:22-23 y 2 Co.10:7). Insinúa que la iglesia universal con todos sus integrantes pertenece a Jesucristo.
Vs. 13.- ¿ACASO ESTÁ DIVIDO CRISTO? ¿FUE CRUCIFICADO PABLO POR VOSOTROS? ¿O FUISTEIS BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE PABLO?
Pablo llama la atención de sus lectores con la interrogante de si Cristo está divido. Pablo responde que no, pero aparentemente los corintios respondían que sí. Esta gente pensaba que podían dividir a Cristo. ¿Estaba Cristo dividido en el sentido de estar partido en pedazos? Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo. El cuerpo debe honrar a su cabeza, pues ella recibe su sustento y dirección. Al preguntar “¿Está Cristo dividido?” Pablo los hace mirar a la cabeza del cuerpo, honra a Cristo y promueve la unidad de la iglesia.
¿Fue crucificado Pablo por vosotros? Los corintios debieron darse cuenta de inmediato de que la pregunta era un absurdo. Es obvio que es Cristo quien fue crucificado por ellos, no Pablo. Así que, no importa cuánto cariño pudieran haber tenido algunos por el que fundó la congregación de Corinto, tenían que admitir que no fue Pablo quien murió en la cruz para salvarlos del pecado. No era correcto que dijesen que eran de Pablo, porque así deshonraban a Cristo.
¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?. Cuando los corintios recibieron la señal del bautismo, fueron bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt.28: 19) o en el nombre de Jesús (Hch. 2:28; 10: 48; 19: 5). “ El bautismo o la fe nos hace propiedad de Dios o del Hijo de Dios. El bautismo significa que uno se identifica completamente con la persona en cuyo nombre se bautiza. Y así se hace evidente lo absurdo que era que reclamaran para ellos el nombre de Pablo (o de otros). Puesto que habían sido bautizados para ser introducidos en la muerte de Cristo (Ro.6:3), los corintios eran propiedad de Jesucristo y vivían una nueva vida. Es por el signo y sello del bautismo que fueron llamados cristianos.
Vs. 14.- DOY GRACIAS A DIOS DE QUE A NINGUNO DE VOSOTROS HE BAUTIZADO, SINO A CRISPO Y A GAYO,
Vs. 15.- PARA QUE NINGUNO DIGA QUE FUISTEIS BAUTIZADOS EN MI NOMBRE.
Agradece a Dios porque en su providencia ordenó todas las cosas de tal modo que Pablo no bautizo a nadie de corinto salvo:
“A ninguno de vosotros he bautizado”, expresa la satisfacción que siente de no haber bautizado a muchos creyentes en Corinto. Dejó a otros la tarea de bautizar a los recién convertidos. Asimismo, fue Felipe quien bautizó a los samaritanos, no Pedro o Juan (Hch.8:12); y recordemos que Pedro ordenó a los seis judíos de Jope que bautizaran a la familia de Cornelio (Hch.10:48; 11: 12).
“Sino a Crispo y a Gayo”. Según el relato de Lucas, Crispo había sido gobernante de la sinagoga de Corinto, quien creyó en Cristo junto con toda su familia (Hch.18:8). Cuando se retiró de la sinagoga, Sóstenes lo sucedió (Hch.18:17). Cinco veces aparece el nombre Gayo en el Nuevo Testamento (Hch. 19:29; 20:4; Ro. 16:23; 1Co.1: 14; 3 Jn. 1). Pablo pasó el invierno en Corinto en la casa de Gayo, y allí escribió Romanos (Ro. 16:23). Sospechamos que este Gayo es la misma persona que Pablo bautizó cuando fundó la congregación de Corinto.
“Para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre”. Está feliz de que durante su ministerio no bautizó a los creyentes, así nadie podía tener su nombre como algo especial. Pablo no bautizaba en su propio nombre, sino se esforzaba por que la gente pusiera sus ojos en Cristo, quien los redimió, y no en el predicador que los bautizó.
Hermanos Profesores y Encargados de Clase: No olvidemos nuestras metas: Llegar a 120 hermanos de asistencia a la Escuela Dominical, 50 hermanos de asistencia el día Jueves de reunión general. Que todos asistamos a la Predicación de la calle. Fijarnos que hermano(a) no esta asistiendo al Estudio Bíblico, Orar por el é invitarlo a que asista. Oremos para cumplir estas Metas, con la ayuda de Dios, Unámonos para salir adelante, y llegar el 2007 a la Conferencias Anuales. Unidos, Fortalecidos, y llenos del Espíritu Santo. PARA LA GLORIA DE DIOS. Su pastor siervo de Jesucristo. Samuel Ricardo.
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