jueves, 1 de diciembre de 2011

MENTIROSO MENTIROSO

NUESTRO PAN DIARIO
Jueves, 1 Diciembre 2011


“Mentiroso, Mentiroso”

(Salmos 101,7). No habitara dentro de mi casa el que hace fraude; E l que habla mentiras no se afirmara delante de mis ojos.

Uno de los cuentos más clásico de todos los tiempos es el de pinocho, un títere de madera cuya nariz crecía más larga cada vez que mentía. Es un cuento gracioso, pero a la vez nos hace preguntar cuan larga seria las narices de algunas personas actualmente, si la misma cosa aconteciera cada vez que ellos mintieran.

Mentiras y mentirosos abundan en América hoy día, productos que mienten acerca de su eficacia, y libros y películas que discuten y que representan a mentirosos. En 1995 un informe decía que los adultos “estiran la verdad” un promedio de dos veces por día, y otro estudio revela que 480,000 americanos perdieron su trabajo en 1996 debido a la “falsedad” otros informes estiman que las parejas que están en romances se mienten uno al otro una tercera parte del tiempo, los estudiantes mienten a sus madres la mitad del tiempo, y los esposos se engañan uno al otro 10% del tiempo.

(Proverbios 6; 16-19). Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: los ojos altivos. La lengua mentirosa, L as manos derramadores de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos. Los pies presurosos para correr al mal. El testigo falso que habla mentiras. Y el que siempre discordia entre hermanos.

Los hombres y las mujeres tienden a mentir igualmente, pero por razones diferentes. Las mujeres “fingen” evitar lastimar los sentimientos de alguien, mientras que los hombres lo hacen por salvar su cara u obtener lo que ellos buscan. Ambos sexos “racionalizan de esa manera” para cubrir sus errores, “exageran” para dar una buena impresión, o “retuerce los hechos” cuando están bajo presión, o para lograr algo bueno que ellos están buscando.

Hay muchos sinónimos y diferentes francés como “mentirilla, mentiras blancas, mentiras piadosa” y “endulzar la verdad’ que gente solía usar para apaciguar la conciencia y hacer que sus mentiras sonaran menos pecadoras. Todavía, todos saben que mentir es malo, y la mayoría de la gente dicen que ellos son reacios de ser de esa manera. Lo confuso es que muchas de estas mismas personas confiesan que ellos mienten regularmente.

Algunos creen que una porción de la culpa por la falta de confianza en América debe caer en líderes de gobierno como Newt Gingrich y Bill Clinton que han sido acusados de engaño. Sin embargo, el periódico de Washington publico recientemente un artículo en el que el autor verdaderamente elogio al ex presidente Clinton por haber negado una relación sexual con Mónica Lewinsky. Obviamente, el escritor aceptaba que una relación sexual había sucedido. No obstante, él dijo que era más honorable para el exprecidente el mentir (para proteger a Lewinsky y a el mismo), que decir la verdad acerca de su relación.

(Proverbios 26; 28). La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar.

Esto es meramente un nuevo argumento de un viejo dicho que dice, “honestidad implacable hace más daño que bueno.” Los que mienten para proteger a alguien dicen que, ‘Es malo aterrorizar a los pacientes de un hospital diciéndoles que su condición no tiene remedio. Es mejor no decirles la verdad y dejarlos morir en paz. “el problema con este enfoque es, que si la situación se invirtiera y los mentirosos fueran los que estuvieran muriendo, ellos iban a querer saber la verdad acerca de su condición.

(Isaías 59; 1-4). He aquí que no se ha cortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; ver2. Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Ver 3. Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. Ver 4. No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidades.

Todos quieren saber la verdad porque la verdad es un hecho y las mentiras son ficciones. La verdad nos da una base correcta para tomar la acción apropiada, mientras que las mentiras confunden y nos desorientan. Si, la verdad puede lastimar, pero la gente prefieren saber más bien la verdad que ser engañados. Por otro lado, nosotros no tenemos que avergonzar y lastimar a la gente por ser brutalmente honestos, porque es lo que Dios quiere que seamos honestos y decir solo verdad.

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