viernes, 1 de julio de 2016

ESTUDIO BÍBLICO Jueves, 30 de junio 2016. LECCIÓN : SANTIAGO 1: 3 al 6. TEXTO : TITO 2:2.- "Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." Es la paciencia lo que hace de nosotros creyentes adultos, maduros. ¿Pero cómo produce Dios la paciencia en usted? Lo más interesante aquí es que la paciencia es el fruto del Espíritu Santo. Usted nunca llegará a ser paciente tratando de ser paciente, pero el Espíritu Santo tampoco la colocará en una bandeja de plata y se la ofrecerá a usted como un regalo. La paciencia, estimado oyente, le llega a uno a través del sufrimiento y de las pruebas. Leamos nuevamente este versículo: Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Usted nunca llegará a ser un cristiano perfecto, es decir, completo, plenamente maduro, si no tiene esa paciencia. Por lo tanto, algunos creyentes nunca han crecido espiritualmente, sino que han permanecido en un estado de infancia espiritual. Los cristianos que no crecen y permanecen siendo niños desde un punto de vista espiritual, suelen dar lugar a los rumores, las críticas, al desorden y a la tensión en la comunidad de los cristianos. David dijo en el Salmo 131, versículos 1 y 2: Señor, no se ha envanecido mi corazón ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas ni en cosas demasiado sublimes. En verdad me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; ¡como un niño destetado está mi alma! En otras palabras, David dijo: "He descubierto que yo tenía que crecer. Tenía que dejar de beber la leche y comenzar a comer buena comida, sólida. Necesitaba comer del pan de vida". Así que Dios probó a David y esa prueba permitió que él creciera. El apóstol Pablo escribió en su epístola a los Romanos, que la paciencia es uno de los resultados de haber sido justificado por la fe. En el capítulo 5 de esa carta, versículos 3 y 4 escribió: 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; Como usted puede ver, estimado oyente, hay un propósito divino detrás de todas las experiencias que vivimos. Hoy hay muchos cristianos poco profundos, superficiales. Y muchos que como cristianos, son inseguros. Hay creyentes que tratan de ser intelectuales y cuestionan, ponen en duda la Palabra de Dios. Y luego, hay cristianos que mantienen actitudes dudosas frente a nuevas tendencias en área de la moral. El problema con tales cristianos es que nunca han crecido espiritualmente, son como niños pequeños. Dios nos da pruebas y sufrimientos, estimado oyente, para producir paciencia en nuestras vidas y para que lleguemos a ser hijos maduros de Dios. Esa es una gran necesidad espiritual que tenemos hoy. Dios tiene que enviarnos problemas para que podamos aprender paciencia, que también producirá esperanza y amor en las vidas de hombres y mujeres. Durante muchos años de ministerio cristiano hemos visto al Espíritu Santo realizar esta obra en las vidas de muchas personas. En cierta ocasión, había un hombre en una iglesia que acostumbraba a criticar a los demás sin misericordia. Siempre encontraba en otros algún defecto. Luego, este hombre comenzó a asistir a los estudios Bíblicos en su congregación. Los demás creyentes, notaron que él traía su Biblia y que tomaba notas en las clases. Durante un período de 10 años Dios le envió a aquel hombre muchas dificultades. Pero él creció espiritualmente de una forma sorprendente y llegó a ser una de las personas más amables que pudieron podido conocer. Estimado hermano, esta es la clase de prueba que Dios da a aquellos que son Suyos. Veamos ahora lo que dice el versículo 5, de este capítulo 1, de la epístola de Santiago: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada." Creemos que la sabiduría que se menciona aquí está relacionada con las pruebas de las que estaba hablando Santiago. Usted y yo tenemos dificultades, pruebas y problemas. ¿Cómo va a resolver sus problemas? ¿Cómo va a hacer frente usted a estas circunstancias? ¿Cómo va a tratar usted con esta o aquella persona? Si le falta sabiduría con respecto a un problema, necesita usted dirigirse a Dios en oración. La sabiduría es el ejercicio y el uso práctico del conocimiento. Hay muchas personas que hoy tienen conocimiento pero no tienen ningún sentido práctico. Estimado hermano, la sabiduría consiste en saber cómo actuar bajo ciertas circunstancias de prueba, cuando surgen los problemas y las dudas. La vida está llena de estos factores, y por lo tanto usted y yo necesitamos recibir sabiduría de Dios. Dice este versículo el cual da a todos abundantemente y sin reproche. Bueno, Dios está implicado en la tarea de proporcionar sabiduría con abundancia, es decir, Él simplemente le ayudará en esos tiempos de duda o conflicto. Y que dará esa sabiduría "Sin reproche" quiere decir que se trata de una forma sencilla y pura provisión de bien sin ingredientes de mal o amargura (según el especialista Vincent). Si nos falta sabiduría, vayamos a Dios, quien escuchará y responderá nuestra oración. Veamos ahora lo que nos dice el versículo 6: "Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra." Dice el versículo 6, Pero que pida con fe, sin dudar, Amado hermano, ¿por qué no confía usted en Dios? ¿Qué refleja habitualmente su rostro, como cristiano? ¿Se está preguntando cómo se van a resolver sus problemas? Sabemos exactamente cómo se siente usted, porque hemos vivido esas mismas experiencias. ¿Por qué no cree usted en Dios? ¿Por qué no confía plenamente en Él y coloca sus problemas en Sus manos? A veces somos conscientes que nuestra mente queda superada al enfrentarnos con los problemas de la vida. Nos sentimos incapaces de vivir en esta civilización tan compleja, pero tenemos un Padre celestial que puede proporcionarnos la sabiduría que necesitamos. Y continúa diciendo el versículo 6, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. A veces decimos: "Yo creo que Dios va a solucionar esto", pero después nos precipitamos sobre el asunto en cuestión y tomamos nuestra propia decisión. Con frecuencia algunos cristianos han dejado un problema en manos del Señor, creyendo en Él, pero después, al día siguiente dudan y ya no creen. Deciden que no ha aparecido ningún indicio que parezca una solución, y entonces intentan resolver ese problema ellos mismos. Y en ese momento es cuando cometen un error. Tales cristianos son aquí descritos como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.

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