
Moisés logra establecerse en Madían, justamente como lo había obtenido su antepasado en Siria (Gn. 29:2). Sucesos que parecen insignificantes y puramente accidentales prueban después haber sido destinados por la sabiduría de Dios a óptimos objetivos. algunas veces, un lance casual ha brindado la oportunidad de llevar a cabo el cambio más feliz y más importante en la vida de un hombre. I. En cuanto a las siete hijas de Reuel, el sacerdote de Madián: 1. Eran humildes y laboriosas (v. 16). La ociosidad no honra a nadie. 2. Eran modestas, y así no invitaron al extranjero egipcio a acompañarlas a casa de ellas hasta que tuvieron el consentimiento de su padre. La modestia es el mejor ornamento de la mujer. II. En cuanto a Moisés, fue tenido por egipcio (v.19). 1. Puede verse con qué prontitud ayudó a las hijas de Reuel a abrevar sus ganados. Quienes han obtenido una educación refinada no deberían tenerse a menos de ejercer un oficio servil, porque no saben si la Providencia los pondrá un día en la necesidad de trabajar para sí mismos, o en la oportunidad de ser útiles a otros. A moisés le gustaba hacer el bien. Dondequiera que Dios nos ponga, debemos desear y tratar de ser útiles, y, cuando no podemos hacer todo el bien que querríamos, debemos estar dispuestos a hacer el bien que podemos. 2. Qué bien fue pagado por su servicio. Cuando las jóvenes notificaron el hecho a su padre, él envió a invitarle a su casa y le obsequió grandemente. (v.20). Pronto se ganó Moisés la estima y el afecto de este sacerdote, o príncipe, de Madían, quien le hospedó en su casa y, andando el tiempo, le dio una de sus hijas por mujer.
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