


En estos versículos vemos cómo se ejecutan las órdenes de Faraón; se les niega la paja, pero no se les disminuye el trabajo. 1.Los cuadrilleros egipcios eran muy severos. Insistían en que se acabasen la obra de cada día como cuando se les daba la paja(v. 13). 2. En consecuencia, el pueblo tenía que dispersarse por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo (v. 12). 3. Los capataces de entre los mismos israelitas eran tratados con especial dureza (v. 14). ¡ Qué cosa tan miserable es la esclavitud, y cuánta razón tenemos para estar agradecidos a Dios de disfrutar de libertad y no gemir bajo la opresión! Libertad y Propiedad son joyas muy valiosas a los ojos de aquellos cuyos servicios y bienes están a merced de un poder arbitrario. ¡ Qué pasos tan extraños da Dios a veces para librar a su pueblo! La marea baja precede a la marea alta, y las mañanas más nebulosas dan paso a los días más claros (Dt. 32: 36).
Los capataces de los hijos de Israel se encontraban, pues, en gran aprieto. v. 15.-
1. Con cuánta justicia se quejaron ante Faraón: Vinieron a Faraón y clamaron a él diciendo: ¿Por qué haces así con tus siervos; tus siervos son golpeados y sin embargo la falta es de tu propio pueblo, los cuadrilleros, que nos niegan lo necesario para continuar nuestro trabajo? . ¿ Qué consiguieron con esta queja? Ir de mal en peor. Faraón los trato de ociosos, cuando casi los mataban haciéndoles trabajar tan duramente y golpeándoles. ¡ Qué bien que no son nuestros jueces los hombres, sino un Dios que conoce los corazones y los motivos que nos impulsan. DIOS LES BENDIGA.
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