sábado, 21 de marzo de 2009

ÉXODO 7: 21-25. texto: Romanos 9:18

LA PLAGA DEL AGUA CONVERTIDA EN SANGRE:
La primera de nueve plagas.- El incidente de la serpiente no pasaba de ser la señal de que obraba una potencia a la cual el faraón debiera someterse. respetando el mandato de dejar salir al pueblo. En todas las plagas, directa o inderectamente, se manifiesta el poder de Dios Creador por encima de las imaginadas virtudes de los dioses egipcios que según ellos los protegían. El Nilo igual que el Sol era un dios para los egipcios.
Enviados por Dios sus siervos ubican al faraón junto al rio, lugar donde el faraón bendicia las aguas, siendo muy apropiado el lugar para la iniciación de la serie de plagas, ya que la primera había de afectar el agua del Nilo. El mensaje del siervo de Dios no difiere en nada esencial de los anteriores, pero esta vez Dios anuncia el principio de la "guerra": si no hay sumisión de parte de faraón, las aguas del río se convertirían en SANGRE. Moisés golpeó las aguas del Nilo en presencia de faraón y sus ministros y servidores, con el resultado que se convirtieron en sangre ante el asombro de todos. Aarón había de simbolizar la extensión del mal por extender la vara, señalando todas las regiones del país, con el efecto de que el agua de los canales de regadio, estanques y depósitos se convirtiesen en sangre. Muchos teologos y comentaristas biblícos dicen que : la sangre no era sangre, sino que parecia sangre, que las aguas del río Nilo se colorearon y tomaron un tinte rojo producto de unas algas del mismo río. Pero ¿porque esto sucedio al momento de que la vara de Moisés toco las aguas? ¿porque todos los peces del río murieron? ¿por que no toman en cuenta las dimenciones del Nilo? ¡¡ES UN RÍO GIGANTESCO!!.
Estamos en presencia de un Milagro del Poder de Dios.
De nuevo faraón apeló a sus hechiceros, quienes también realizaron la "la señal", pero a mucho menor escala. Esto basto para que faraón se obtinara en su negativa de dejar ir al pueblo creyendo aún que sus fuerzas habían de ser más potentes que las de Jehová. Pero tuvo que retirarse del lugar, el bello panorama del Nilo, fuente de su riqueza y poderío, se había vuelto en algo peligroso y dañino que no queria mirar y volvió las espaldas a los siervos de Dios. Fue un duro golpe que afectaba la vida de todos los egipcios. Los peces en el río murieron, lo que supondría la ruina económica para miles de pescadores y disminuiría la alimentación de todo el pueblo. La gente tenía que cavar norias con elfin de hallar agua potable, siendo evidente que Egipto había perdido mucho como resultado de la primera batalla. Hubo un intervalo de siete días antes que Dios señalara las próximas plagas.

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