viernes, 10 de abril de 2015
ESTUDIO BÍBLICO, jueves 9 de abril 2015.
ESTUDIO BÍBLICO,jueves 9 de abril 2015.
Lección : Hebreos 9: 7 al 9. Texto : Juan 14:6.-
Vs. 7 .-
"Pero en la segunda parte, entra sólo el sumo sacerdote una vez al año, llevando la sangre que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo."
El escritor estaba hablando aquí del gran Día de la Expiación, también llamado Yom Kippur y era, en cierto sentido, el día culminante en la vida de la nación de Israel. Este era el día en que el gran sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo de parte de la nación. Y en base a este acto, la nación era aceptada por un año más.
Nuestro gran Sumo Sacerdote ha entrado en el Lugar Santísimo, a la misma presencia de Dios. Ha entrado allí, y no ha salido. Él va a estar allí mientras nosotros estemos en este mundo. Cuando Él salga, va a venir a buscar a los Suyos, porque somos una parte de Él mismo; somos el "cuerpo" de Cristo.
El propósito de todo esto es el de hacer real para su corazón y el mío la presencia del Señor Jesús. ¿Ha comenzado usted este día con Él? El mundo en que usted y yo nos encontramos es un mundo alborotado, tumultuoso, y no tiene tiempo para Dios. Mientras en este día usted ha andado deprisa y corriendo, ¿ha estado Él con usted? ¿Ha podido adorarle? Para adorarle tenemos que ir necesariamente a una iglesia y cantar alabanzas y glorificar Su Nombre (el escritor de esta epístola va a instarnos a que lo hagamos, porque necesitamos estar con el pueblo de Dios y participar en una adoración organizada, coordinada y corporativa; es esencial para nuestro crecimiento espiritual), pero podemos adorarle en cualquier lugar donde nos encontremos, cuando nos trasladamos de un lugar a otro, en nuestro lugar de trabajo o de estudio. Amado hermano (a), dondequiera que usted se encuentre, puede adorarle. Usted y yo necesitamos abrir y derramar el contenido de nuestros corazones en adoración y alabanza a Su Santo Nombre.
Ahora, nuestro Sumo Sacerdote ha entrado al Lugar Santísimo, de parte nuestra y a favor nuestro, en este mismo día. Y usted puede apreciar lo superior que esto es al pasado, cuando el sumo sacerdote iba solamente una vez al año y no se quedaba allí, sino que se apresuraba a salir. La tradición dice que tenía una cadena atada a su pie, porque si cometía algún error, podía caer muerto allí mismo y entonces tenían que retirarlo de aquel lugar y nombrar a un nuevo sumo sacerdote.
Así que recordemos que nuestro Sumo Sacerdote ha entrado en presencia misma de Dios por usted y por mí, y Él se encuentra hoy allí. En el versículo 24, de este mismo capítulo 9, de la epístola a los Hebreos, leemos, de otra versión: "En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios a favor nuestro". Moisés le había pedido a Dios que le dejara ver Su rostro, pero Dios le dijo que ningún ser humano podía ver a Dios. Sin embargo, usted y yo tenemos un Sumo Sacerdote que ha entrado a la presencia misma de Dios.
Nosotros no le adoramos pasando a través de cierto ritual. No le adoramos encendiendo cirios o quemando incienso, o preparando algún hermoso altar. Algunos podrían pensar que estos elementos externos ayudan a las personas en su adoración. Si usted necesita esta clase de ayuda, no está adorando al Señor. El Evangelio de Juan, nos relata que la mujer que había ido a buscar agua al pozo, le preguntó a Jesús donde debería adorar la gente a Dios, y el Señor respondió: "la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren" (como leemos en Juan 4:23).
Amigo oyente, será una hermosa experiencia que usted y yo podamos entrar a Su presencia, que podamos percibir ese aroma dulce del incienso de Su presencia; no con nuestros sentidos físicos, sino con nuestros corazones, nuestras almas y nuestras mentes. Yo oro a Dios para que pueda ser consciente de la dulzura de Su Presencia, que pueda caminar, vivir, a la luz de Su Palabra, y que cada día sea capaz de experimentar esa realidad en mi vida. Y también deseo lo mismo para usted. Hablando de nuestra alimentación espiritual, necesitamos dejar a un lado el biberón de leche, y necesitamos alimentarnos con el alimento sólido de la Palabra de Dios. Necesitamos penetrar en la presencia del Cristo viviente, que es nuestro gran Sumo Sacerdote, y que está sirviendo allá en un tabernáculo mejor que aquel que estaba en esta tierra. Y así, con esta actitud y privilegiada posición, podemos adorar hoy al Cristo viviente.
Amados, esperamos que esta verdad sea motivadora, que nos estimule a experimentar estos momentos de comunión y compañerismo con Dios, que refuerce nuestra fe, que renueve nuestras fuerzas para resistir las pruebas y circunstancias difíciles de la vida, y que nos haga ver la realidad que nos rodea en este mundo desde el punto de vista de Dios, aceptando así Su guía, Su dirección y Su voluntad para afrontar las decisiones de nuestro diario vivir.
vs. 8.-
"El Espíritu Santo da a entender con esto que aún no se había abierto el camino al Lugar santísimo, entre tanto que la primera parte del Tabernáculo estuviera en pie."
Expresa que el camino hacia la misma presencia de Dios (en realidad, precisamente el que se dirigía hacia el mismo rostro de Dios) aún no se había abierto. Y añaden los versículos 9 y 10:
"Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas purificaciones y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas."
Observemos la frase "que no pueden hacer perfecto" debería entenderse en el sentido en que no podían hacer perfecto al "adorador".
El camino a Dios en el tabernáculo se encontraba bloqueado realmente por tres entradas y compartimentos. Es decir que, la gente podía llegar solamente a esa entrada exterior y allí presentar su sacrificio. Si alguien traía un cordero, colocaba su mano sobre él en un acto de identificación, ya que el animal moriría en su lugar, y entonces el sacerdote se lo llevaba desde allí. Sería muerto y ofrecido en el altar de bronce. El individuo que había traído el cordero no podía ir más allá de esa entrada. Luego, un sacerdote tomaba esa ofrenda, que podría ser un corderito, y ponía su mano sobre él y era sacrificado y ofrecido, y luego esa persona salía de ese lugar. En lo que se refiere al lugar santo, allí sólo podía entrar el sacerdote. Y luego, tenemos el Lugar Santísimo; allí ni el sacerdote ni el pueblo podían entrar. Sólo el sumo sacerdote podía entrar en aquel lugar. Por lo tanto, el tabernáculo o tienda de reunión, constituía un arreglo provisional, temporal, el servicio religioso del ritual y las ordenanzas fueron dadas solamente para un breve período de tiempo.
Ahora Cristo nos puede llevar a Dios, pero sólo Él puede llevarnos allí. En el Evangelio de Juan capítulo 14, versículo 6, el Señor Jesucristo dijo: "Nadie viene al Padre sino por mí". Esta es la verdadera adoración, y la verdadera adoración nos impulsará a SERVIR . Nosotros hoy nos acercamos a un Dios santo en base a un Salvador crucificado. Sólo Él puede impulsarnos a la adoración.
Este fue el motivo por el cual el apóstol Pablo les escribió a los creyentes en Éfeso, en el capítulo 5, versículo 18 les dijo: "18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu". Observemos de qué habló Pablo primero, después de ser llenos del Espíritu. En el versículo 19 continuó diciéndoles", 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones". Esto es adoración. Hermanos, la experiencia más emocionante que le puede suceder al hijo de Dios es estar lleno del Espíritu de Dios, y que el Espíritu de Dios tome las cosas de Cristo y las haga reales y verdaderas para nosotros. Esto trae alegría a nuestros corazones. Si usted ha estado en la presencia de Dios para adorar, tendrá alegría en su corazón, tendrá una canción en su corazón. Algunos podrán tener dificultades para expresar con sus labios una canción, pero con toda seguridad la sentirán en su corazón. El adorar a Dios es verdaderamente una hermosa experiencia.
Dios les Bendiga.
pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.
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