Estudio Bíblico: 1 Corintios 01: 01-05
Texto: Lucas 04: 14.
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vs.01.- Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio......
a) Pablo había tenido su encuentro con los filósofos de Atenas, donde su mensaje recibió una respuesta desfavorable (Hechos 17:16-34). Esto hizo que llegara muy desanimado a Corinto. Inmediatamente después de su arribo, encontró alojamiento en la casa de Aquila y Priscila, que se dedicaban a la confección de carpas y que ayudaron a Pablo (Hechos 18:2-3). Como Pablo dice que la familia de Estéfanas fueron los primeros conversos de la provincia de Acaya(16:15), suponemos que Aquila y Priscila ya eran cristianos. Pablo y sus anfitriones fueron el núcleo de la iglesia de Corinto. Predicó a los judíos y griegos de la sinagoga local, donde logró persuadir a Ticio Justo, a Crispo, a Gayo y a Estéfanas para que, con sus familias, creyesen en Cristo Jesús. La iglesia en Corinto siguió prosperando y creciendo en número. Cuando Pablo dejó Corinto unos dieciocho meses más tarde, Timoteo y Silas continuaron en la obra de predicar el evangelio. Pablo vuelve a llamar “hermanos” a los corintos. Usa este apelativo general de afecto para llamar la atención de todos los miembros de esa congregación. Esto nos permite ver que tenía un corazón de pastor, cuando abordaba problemas delicados en la iglesia de Corinto.
Texto: Lucas 04: 14.
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vs.01.- Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio......
a) Pablo había tenido su encuentro con los filósofos de Atenas, donde su mensaje recibió una respuesta desfavorable (Hechos 17:16-34). Esto hizo que llegara muy desanimado a Corinto. Inmediatamente después de su arribo, encontró alojamiento en la casa de Aquila y Priscila, que se dedicaban a la confección de carpas y que ayudaron a Pablo (Hechos 18:2-3). Como Pablo dice que la familia de Estéfanas fueron los primeros conversos de la provincia de Acaya(16:15), suponemos que Aquila y Priscila ya eran cristianos. Pablo y sus anfitriones fueron el núcleo de la iglesia de Corinto. Predicó a los judíos y griegos de la sinagoga local, donde logró persuadir a Ticio Justo, a Crispo, a Gayo y a Estéfanas para que, con sus familias, creyesen en Cristo Jesús. La iglesia en Corinto siguió prosperando y creciendo en número. Cuando Pablo dejó Corinto unos dieciocho meses más tarde, Timoteo y Silas continuaron en la obra de predicar el evangelio. Pablo vuelve a llamar “hermanos” a los corintos. Usa este apelativo general de afecto para llamar la atención de todos los miembros de esa congregación. Esto nos permite ver que tenía un corazón de pastor, cuando abordaba problemas delicados en la iglesia de Corinto.
b) “para anunciaros el testimonio de Dios...” Pablo les predicó el evangelio a los corintios. Este evangelio es el testimonio que Dios ha revelado a través de Jesucristo. Dios es el origen del testimonio que Pablo proclama y Pablo enseña a los corintios a cerca de Dios.
c) “no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.”. Pablo declara abiertamente que no fue a Corinto con un mensaje entregado con elocuencia y sabiduría sublimes. Sus debates con los epicúreos eruditos y los filósofos estoicos en Atenas no consiguieron ninguna cosa, así que en Corinto predicó el evangelio sin adoptar la pose de un orador o filósofo. Más bien les llevó el mensaje de la salvación en términos sencillos que todos pudieran entender. Esta forma de predicar era poco usual en un contexto griego, donde se admiraba a los oradores expertos. Los sustantivos excelencia de palabra (elocuencia), sabiduría apuntan a las habilidades verbales y a la agudeza mental del orador. Las dos expresiones se refieren a las palabras que salen de la boca de un orador y a los pensamientos que ensamblan palabras para formar oraciones. Claro que con frecuencia Pablo demuestra en su epístola que posee elocuencia y sabiduría. Por esto, en este contexto Pablo no quiere decir que carece de habilidades, sino que apunta a los excesos de filósofos y oradores griegos. El apóstol se niega a usar esos métodos; más bien prefiere predicar con claridad el mensaje de la cruz de Cristo.
Vs.02.-Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y...
Pablo dice que fue a predicar las buenas nuevas del Cristo crucificado (1:23; Gálatas 6:14). Jesucristo lo había elegido para que llevase su nombre delante de judíos y gentiles (Hechos 9:15; 26:16). El Señor no lo había enviado a realizar ninguna otra tarea. Cuando llego a Corinto, siguió cumpliendo la responsabilidad que Jesús le había encomendado, a saber, predicar el evangelio de la cruz de cristo. Era un embajador en el sentido más pleno de la palabra, y como tal no reconocía ninguna otra tarea que no fuese la de proclamar el mensaje de su Señor y Salvador Jesucristo, el Señor crucificado. “entre vosotros”. Estas palabras se refieren al año y medio que Pablo se quedó con los corintios, enseñándoles la Palabra de Dios, (Hechos 18:11). En un sentido más amplio, la expresión entre vosotros revela la forma de vida de Pablo, al predicar el evangelio de lugar en lugar, de sinagoga en sinagoga, de iglesia en iglesia.
“sino a Jesucristo, y a éste crucificado”. El mensaje de la crucifixión de Cristo parece ser directo y sencillo, y llamó a judíos y a gentiles a que creyesen en el Cristo crucificado, pero ellos rechazaron el mensaje como algo ofensivo y tonto. Esto fuerza a Pablo a ir más allá de los detalles históricos de la crucifixión, para enseñar a sus oyentes las implicaciones teológicas de este hecho en la historia humana. No sólo enseño por que Cristo tenía que morir en la cruz, sino acerca de los beneficios que cada creyente recibe: perdón de pecados, vida eterna y la resurrección del cuerpo.
vs.03.- Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
¡Qué confesión de los labios de uno de los apóstoles de Cristo! ¡Qué honestidad! ¡Qué humildad! Una vez más (ver el v.1), Pablo se pone como ejemplo. Desnuda su alma y revela sus pensamientos. No tiene otra cosa que ofrecer que el mensaje de la muerte de Cristo en la cruz. Los judíos primero lo recibieron bien, pero pronto la recepción se tornó en hostilidad. Tuvo que dejar la sinagoga local, para continuar su ministerio en la casa de Ticio Justo. Cuando el desánimo se apoderó de Pablo. Jesús se le apareció en una visión y le dijo que no temiese, que debía seguir predicando, que no debía callar. Jesús le reveló que tenía mucho pueblo en la ciudad de Corinto (Hechos 18: 7-11). “con debilidad, y mucho temor y temblor.”(4:10). De sus otras epístolas, aprendemos que Pablo tuvo que soportar dolencias físicas; con frecuencia sufrió castigos y aflicción, (2 Corintios 11:23-28; 12:7) y se sabe que durante su visita a los gálatas estuvo enfermo (Gálatas 4: 13-14). Suponemos que Pablo no tenía atractivo físico, quizá de baja estatura (2 Corintios 10:10) y con una enfermedad ocular (Gálatas 4:15; 6:11). A pesar de todo, demostró ser un aguerrido predicador del evangelio, cuando predicó en las sinagogas y los lugares públicos de Damasco, Jerusalén, Antioquia, Chipre, Asia Menor, Macedonia y Acaya. Los términos temor y temblor aparecen a menudo en las epístolas de Pablo como expresión de ansiedad. El miedo es una fuerza que Satanás usa para debilitar y detener a los siervos de Cristo y para distorsionar su percepción de la realidad. Pablo no entrega detalles, pero confiesa que durante su estadía en Corinto experimentó temor y temblor. Aquí los términos apuntan a las numerosas amenazas sociales y políticas que tuvo que enfrentar. Además también pensemos que Pablo debió tener un temor y temblor innato, porque estaba conciente de sus limitaciones ante la tremenda labor de de predicar el evangelio y de fundar iglesias. Sabía que negándose a sí mismo, debía confiar que Dios le daría la fuerza necesaria para llevar a cabo esa tarea.
vs.04.- y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de…
Jesús entrega al predicador la exigente tarea y obligación de predicar el evangelio, y ningún predicador debería confiar en que su propia inteligencia y habilidad le dará la victoria. Si lo hace, será como el confiado evangelista que durante un servicio de adoración predicó sin el poder del Espíritu Santo. Lo que consiguió en el púlpito fue un fracaso que lo humilló delante de la congregación. Después del culto, un anciano oficial le dio un sabio consejo: “Si hubieras entrado en el púlpito en la forma que lo dejaste, habrías salido del púlpito en la forma que entraste”. Cuando conducimos a la congregación en la adoración, debemos dejarnos guiar por la humildad. Pablo afirma que ni su discurso ni su predicación fueron en palabras persuasivas de sabiduría. Repite lo que ya dijo en el vs. 1, sólo que ahora las palabras (palabra y predicación) adquieren un tono personal por medio del pronombre “mi”. Usa estas palabras para referirse al mensaje del evangelio (1:18) y a la predicación. “sino con demostración del Espíritu y de poder”. Pablo escoge tres palabras claves para exhibir el poder espiritual que está a disposición de los predicadores de la Palabra de Dios. La primera palabra es “demostración”, término que las cortes de justicia usaban para referirse a los testimonios. La palabra comunica la idea de que nadie es capaz de refutar las pruebas presentadas. La segunda palabra es “Espíritu”, la que ahora aparece por primera vez en esta epístola. Los corintios deberían saber que su nacimiento espiritual es la obra del Espíritu Santo (v.13), que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo (6:19) y que sus dones espirituales son la obra del Espíritu (12:11). Tienen la evidencia en ellos mismo. La última palabra es “Poder”. El Nuevo Testamento asocia fuertemente esta palabra con la persona del Espíritu Santo. Por ej., Jesús dijo a los apóstoles que recibirían poder cuando el Espíritu Santo descendiese sobre ellos en Pentecostés (Hechos 1:8; Lucas 24:49). En una de sus epístolas, Pablo escribe: “pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre” 1 Tesalonicenses 1:5. Aunque la palabra poder muchas veces apunta a milagros, aquí su sentido es mucho más amplio. “la mano de Dios que se extiende para actuar con poder y de maneras diversas a través del apóstol”. Pablo exhorta a los corintios a que abran sus ojos espirituales y que por sí mismos vean que Dios está obrando en su medio a través de su poder y Espíritu.
vs.05.- para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino...
En este último versículo, Pablo expresa cuál es su objetivo al rechazar las palabras persuasivas y la sabiduría sobresaliente. Cuando predicó el evangelio a los corintios, su predicación produjo en ellos fe personal en Dios. Pablo les informa que esta fe no se origina ni se fundamenta en la sabiduría humana. Si la fe tuviera un origen humano, fracasaría y desaparecería completamente. La fe descansa más bien sobre el poder de Dios, el cual protege al creyente y lo fortalece para que pueda perseverar. ( 1 Pedro 1:5). Dios produce la fe en los corazones de los corintios mediante la predicación del evangelio de Cristo. No sólo les ha concedido el don de la fe, sino que ha provocado su conversión. Dios manda a Pablo a que fortalezca esa fe, instruyéndoles en las verdades de la Palabra de Dios. En suma, los corintios deberían saber que la fe no descansa en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.
“la sabiduría de los hombres” Notemos que usa el plural hombres, para ilustrar que en Corinto hay mucha gente dedicada a entregar su propia agudeza y sabiduría. El discernimiento humano es temporal, defectuoso y sujeto a cambio; la sabiduría de Dios es eterna, perfecta e inmutable. Cuando un creyente pide en fe que Dios le dé sabiduría (Santiago 1:5), experimenta también la obra del poder de Dios y se regocija en la salvación que Dios le ha dado. Amén.
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Samuel Ricardo Sánchez.: V.D.M.
09-7516676-09-7367243
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