Por primera vez, los hechiceros egipcios no pueden hacer lo mismo que Aarón hizo con su vara: hacer que aparezcan piojos. Pero faraón sigue endurecido ver: Salmos 105: 31. Sus picaduras causarían horribles molestias a hombres y animales. El simbolismo que se empló fue el polvo, golpeado por Aarón; en la tierra suelta. La excesiva proliferación, sin embargo, nom obedece a causas naturales, sino a la palabra del Creador. Recordemos que la alimentación de los cinco mil hombres fue milagro de creación; sin embargo, el Señor quiso valerse de los cinco panes y los pocos peces, de un joven como punto de partida para eel milagro creador.
El fracaso de los Hechiceros. v. 18-19. Esta vez los hechiceros fracasaron aun en sus débiles imitaciones de las grandes obras que Dios iba realizando por medio de sus siervos, llegando a exclamar: ¡Dedo de Dios es éste!(esto quiere decir: obra de Dios). Sin duda, se quedaron impresionados por la creación de formas de vida en tal abundancia, sabiendo que habían llegado al fin de su propio "repertorio", reconociendo la presencia y el poder del Dios Creador. Por lo menos eran más honrados que aquellos fariseos que no querían reconocer "el dedo de Dios" aun cuando el Señor echaba fuera demonios, demostrando la derrota de Satanás. (Lucas 11: 14-23). Faraón sigue en rebeldía.- No hay noticia del levantamiento de esta plaga, ya que no hubo ni un simulagro de arrepentimiento de parte de Faraón. suponemos que sus efectos se confundirían con los de la próxima plaga de las moscas.
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