¿HAY OTROS dioses?
Cuando leemos en la Biblia, encontramos a muchos dioses. Al entrar en Canaán, Israel se encontró con que los allí vivían servían a Baal. Durante la época de los jueces, Israel se olvidó de Jehová, lo abandono para servir a los Baales y a las Aserás (Jueces 2: 11; 3:7; 8:33). El uso del plural indica que estas deidades masculinas y femeninas recibían diversas clases de culto según las regiones geográficas. Baal Verti vivía junto a Baal Hermón (Jueces 8: 33; 3:3). Más adelante, Elías se empeñaría en una implacable lucha contra el culto a Baal que habían propagado Acab y Jezabel (1 Reyes 18: 20-40). Otros dioses fueron entronizados en la tierra de Israel. Pensemos en la idolatría de Salomón, que lo condujo, bajo las influencia de muchas esposas extranjeras, a permitir que se construyeran lugares de culto en honor al dios amonita Moloc y al dios moabita Quemós (1 Reyes 11: 4-8). En cuanto a estas otras deidades, tan numerosas, el Señor dice en el primer mandamiento que Israel no puede tener a otros dioses más que a él. En un mundo repartido por tantas deidades, ¡cada nación y región tenía su propia deidad! En el capítulo 19, Jehová declaro que todo el mundo le pertenecía (Éx. 19: 5). Esto quiere decir que otros dioses esgrimían el centro de poder que pertenece sólo al Señor. Pero debe añadir otro ingrediente: en realidad, estos dioses no eran reales. El pueblo los llamaba dioses, pero eran como sus imágenes: la obra de manos humana, madera y piedra que no podía ver ni oír, comer u oler (Dt. 4: 28). Elías e Isaías se burlaron de ellos (1 Reyes 18: 27; Is. 40: 18-20; 45: 20- Is. 2: 8,18,20). Todos sabemos con cuánta gravedad advierte toda la Escritura en contra de los ídolos. Juan dice que la fe en Jesucristo vence al mundo (1 Juan 5:21). Al parecer, alguien que reconoce a Jesucristo como Señor del Universo ¡ necesita cuidarse de no asociarse con ídolos! ¿Cómo podemos armonizar estas dos cosas: por un lado dioses que no existen; sin embargo, por el otro, dioses contra los cuales debemos cuidarnos? La respuesta no es demasiado difícil. No son dioses,sino sólo así llamados dioses ( 1 Co. 8: 4-7); con todo, son verdaderos poderes, capaces de esclavizar totalmente una persona. Los pueblos rindieron culto a la criatura en vez del Creador. toda la adoración idólatra es de hecho adoración de criaturas como lluvia, la sexualidad, el amor, la autoridad, la inteligencia.
El primer mandamiento: Una elección:
Elegir al Señor siempre significa una elección que excluye todas las demás posibilidades. Cuando el pueblo de Israel ya estaba establecido en Canaán, poco antes de su muerte, Josué reunió en Siquén a representantes de todas las tribus. Después de explicar con todo detalle a las tribus de Israel cómo el Señor los había sacado de Egipto y les había dado la tierra de Canaán, concluyó con este llamamiento: <<Pero yo y mi casa serviremos a Jehová>> Josué 24: 14-15. a) Comienza con el relato de la liberación del pueblo de la mano de Jehová. b) renovar el pacto con frecuencia (ver: Éx. 24:3, Nm. 25: 2; Am. 5: 25-26; Dt. 27: 11-26; 31: 9-13, 24-29). Elegir a Jehová significa amarlo. El vínculo íntimo entre elección y el amor pone claramente de relieve la llamada <<SHEMÁ>> en Dt. 6: 4-5. (Mt. 22: 34-40). Un corazón totalmente dedicado.- La Shemá invita al israelita a amar a Jehová con todo su corazón, toda su alma y toda sus fuerzas. Claro que esto no puede darse si el amor se entrega a más de uno. La hechicería y la brujería.- El Señor espera la misma entrega total del corazón cuando se trata de una forma específica de idolatría. A Israel no se le permitía que tolerara a nadie que practicara el adivinar, que fuera médium, intérprete de presagios o brujo que hablaba con los espíritus y consultaba con los muertos. Dt. 18: 10-14. El único Dios y una multitud de religiones: ¿Sirven los musulmanes, budistas, hindúes o seguidores de cualquier otra religión a un Dios diferente al de la Biblia?.- El abismo infranqueable entre la fe cristiana y otras religiones se puede describir de diversas maneras; pero, la forma más clara es haciéndose la pregunta clave de la Escritura: <<Qué piensan ustedes acerca del Cristo? Mateo 22: 42.
2º Mandamiento: NO TE HARÁS IMAGEN. Éx. 20: 4-5.
¿ Por qué nada de imágenes?: Nos gustaría señalar tres aspectos: 1.- Captar a Dios en una imagen es entender mal su Libertad. La imagen intenta hacer comprensible al Incomprensible. Pero de este modo, el artista trata de controlar a Dios, cuando lo opuesto es de hecho el caso: el Señor controla al ser ser humano y no permitirá que se lo controle. Se pueden usar rituales bien establecidos frente a una imagen para conseguir que el Señor haga lo que uno quiere, pero nunca funcionará. Ejemplo de esto se encuentra en 1ª Samuel 4: 1-8, ver Ez. 1 y 10:2. 2.- Captar al Señor en una imagen es interpretar mal su Majestad. Cuando estableció su pacto con Israel, el Señor habló desde el Monte Sinaí envuelto en llamas. Israel no vio ninguna forma del Señor; sólo se escuchó una voz (
Dt. 4: 11-12). La imagen es creación de un artista, pero no es dios (Os. 8:6; 13: 2; 14:4). El pueblo se postra ante lo que sus propias manos han moldeado. aunque estén hechas de oro y plata, en el día del juicio los seres humanos arrojarán sus imágenes a los topos y murciélagos, en lo que huyen hacia las grutas de las rocas y las hendiduras de los peñascos. Isaías 2: 20-21. Además, rendir culto a imágenes provoca el ridículo y el sarcasmo. ¿Con quién compararán a Dios ( Isaías 40: 18; 41: 7; 44: 15-1520; 40: 12-17; 43: 10-11). En la Escritura, esta majestad de Dios se expresa con la metáfora de la oscuridad que lo encubre (Dt. 4: 11; 5: 23; 1 Reyes 8:12), o la luz inaccesible en la que mora (1 ti. 6: 16). Oscuridad y luz son totalmente opuestos, pero en este caso expresan el mismo pensamiento: dios es tan majestuoso que no puede situárselo dentro del alcance del ser humano. ¿Cómo podía Israel ni siquiera pensar en hacer una imagen suya? La oscuridad que rodea al Señor es tan impenetrable como la luz divina que ciega los ojos humanos. El ser humano está al descubierto y expuesto ante los ojos de Dios (Heb. 4:13). Por esta rezón, Israel se burló de la majestad de Dios cuando hizo una imagen del Señor y se atrevió a decir: << ¡ aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!>> (Éx. 32: 4). Campañas iconoclastas( quebradores de imágenes) ¿Qué significado tiene el segundo mandamiento para nuestros tiempos? Sabemos que hubo campañas iconoclastas durante los reinados de Exequias y Josías en Judá (2 Reyes 18: 4; 23: 4-20). La predicación de los profetas contribuyó en forma importante a purificar el culto de Israel, de modo que sus imágenes desaparecieron virtualmente del país. La ausencia de imágenes en el culto de Israel impresionó a los romanos. La iglesia cristiana primitiva también se opuso con vehemencia al culto de imágenes, debido a que se encontraba envuelta en una lucha violenta contra el paganismo y sus muchas imágenes. El repudio al culto de imágenes era firme. Pero la situación cambió. El cristianismo se convirtió en la religión del estado, y hubo que envainar la espada esgrimida contra los ídolos paganos y sus imágenes. No faltó la oposición a honrar las imágenes religiosas. El Sínodo de Constantinopla (754), convocado por Constantino V, una vez más condenó el culto a las imágenes; pero esta condena no duro mucho. Bajo la emperatriz Irene, viuda de León IV , se invirtió completamente la situación. hoy el Segundo Mandamiento se nos aplica tanto como los otros nueve. Mientras el entendimiento humano sirva de taller donde se cincelan imágenes de Dios según nuestra propia imaginación, el segundo mandamiento nos invita a volver a la Palabra de Dios, la imagen por excelencia, que sin cesar destruirá y derribará nuestras imágenes de Dios y de su culto. Debemos regresar una y otra vez al testimonio. La advertencia se aplica también hoy, esto es, para los que no se atienen a la ley y al testimonio, no habrá un amanecer. (Jeremías 8:20).
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