Llamados a la Santidad

NUESTRO PAN DIARIO Miércoles, 16 de mayo 2012 Llamados a la Santidad Cada uno de nosotros, hechos a imagen y semejanza de Dios, bendecidos desde el momento mismo de la creación, hechura perfecta de las manos de Dios, somos especiales para El. A tal punto que el mismo Dios expreso: que todo lo hecho era bueno, excelente y allí estábamos tú y yo. Génesis, 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Sin embargo y a pesar de nuestra desobediencia, en Dios se mantiene la esperanza y por ello nos convoca a la Santidad. 1 Pedro 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 1 Pedro 1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Nos llama a una Santidad de la cual El es su modelo, su origen, su esencia, su razón de ser. Levítico; 19:2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios. Este llamado a la Santidad, no es un asunto de un querer o sentir personal, tampoco de estrategias humanas, de métodos de superación personal, de estrategias de evangelización, de programas sistemáticos en la iglesia. La Santidad, es en esencia una gracia y no un logro y hemos sido apartados por Dios para ello en su infinita voluntad. Efesios: 1, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. La Santidad no es pues el resultado de esfuerzos humanos, de luchas internas, de prácticas religiosas, rituales o técnicas, sino una manera de ser, que se expresa y se manifiesta en un nacer de nuevo por el Espíritu. Juan 3; 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Ser Santo, es una gracia que despierta en nosotros la conciencia de Dios, su visión y la comprensión de su voluntad. Es un despertar a la presencia del Señor en nuestras vidas, a la comprensión de que somos y existimos en Dios. Salmo 17:15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza. Un despertara la presencia del Señor en nuestras vidas, a descubrir en si mismo y los demás su rostro, sin juicios, sin prevenciones, sin condenas, sin miedos, viviendo en un espíritu de libertad y amor. 1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Confiados igualmente en el Señor en que siendo nuevos y renovados espiritualmente, transformados también en nuestra mente y nuestro corazón, nos hace nuevas personas en Cristo. Y nos alejamos de todo pecado, de toda acción que atente contra la dignidad humana, de toda injusticia, de todo acto de maldad y de soberbia, autosuficiencia, de toda altivez y creer que somos más que los demás, de todo dogmatismo y religiosidad que mata el Espíritu. 1 Juan 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. Unámonos en Oración a favor de nuestra Amada Iglesia para el éxito del Congreso Juvenil de nuestra Congregación. Dios les Bendiga. Importante hoy visita a la Clase de Lampa.